Descargo de responsabilidad: Este artículo sólo tiene fines informativos. Y no olvides que si decides seguir los consejos o métodos mencionados en este artículo siempre es recomendable consultar a un profesional médico o a tu médico.

Reposo y apoyo:

Cuando le moleste el dolor de rodilla, el primer paso debe ser proporcionar descanso a la articulación. Intente evitar estar de pie o caminar sobre la rodilla dolorida durante largos periodos de tiempo, y reduzca la actividad que pueda agravar el dolor. Puede resultarle útil utilizar un apoyo, como un bastón o una rodillera, para reducir la tensión sobre la articulación y evitar daños mayores.

Aplicación de frío y calor:

La terapia de frío y calor puede utilizarse para aliviar el dolor y reducir la inflamación. En las primeras 48-72 horas tras la aparición del dolor, se recomienda aplicar frío en la rodilla mediante hielo o un gel especial. Esto ayudará a contraer los vasos sanguíneos y reducir la inflamación. En los días siguientes, se puede aplicar calor, por ejemplo con compresas calientes o baños templados, para relajar los músculos y mejorar la circulación.